PARO NACIONAL
El miércoles pasado observamos una jornada histórica del movimiento obrero y estudiantil de nuestro país. Miles en todo México movilizándose con el objetivo de defender al SME, pero no solo eso, la lucha también es contra la carestía, el desempleo, la crisis capitalista que pagamos todos los de abajo.
En Oaxaca y varias estados mas la CNTE paró, en San Luis Potosí se bloquearon carreteras, en Hidalgo salieron electricistas y telefonistas a las calles, al igual que en Puebla. La lucha se extendió por todo lo amplio de nuestra republica.
La ciudad de México se volvió el corazón de la lucha contra FECAL. Desde la mañana se bloquearon las cuatro salidas de la ciudad, contingentes numerosos de vecinos de Tlalpan cerraron la México Cuernavaca. La gente de iztapalapa, neza, chalco, Texcoco bloquearon el puente la Concordia en la intersección de Zaragoza, Ermita, la carretera a Texcoco y Puebla. Así paso durante todo el día.
Los estudiantes del IPN pararon en la ESIME Zacatenco, Azcapotzalco, ESIA Zacatenco, ENCB Zacatenco y Casco de Santo Tomas. De igual forma bloquearon junto a los trabajadores de mantenimiento la Montevideo y Politécnico.
El movimiento obrero a la vanguardia
Décadas tenia que el movimiento obrero no hacia un esfuerzo de unidad como este, que no se realizaban manifestaciones de tal magnitud. Décadas de corporativismo priísta, de represión selectiva a los sindicatos democráticos habían impedido la construcción de un movimiento como este.
Es ahora que la crisis capitalista y la política neoliberal de FECAL han logrado algo histórico: unir a los trabajadores, y no solo eso, a estudiantes, amas de casa, campesinos, colonos, en fin los oprimidos que en carne propia sufren la crisis.
Este es un signo del profundo cambio en la conciencia de los trabajadores, los telefonistas se movilizaron, campesinos de la CNC y otras organizaciones, organizaciones promoventes de vivienda como la Asamblea de Barrios y otras, el movimiento de AMLO, etc. Una amalgama de organizaciones con programas distintos pero unificados en una consigna, no a la extinción de Luz y Fuerza. Pero bajo la piel de esta sociedad hay mas demandas. La gente ha identificado el ataque al SME como un ataque mas a los trabajadores dentro de una ofensiva general del régimen para que la crisis la paguen los pobres, una ofensiva en la cual los últimos golpes fueron el aumento al IVA y el impuesto a las telecomunicaciones.
Los trabajadores poco a poco tienen claro quien es el enemigo y van viendo que es el mismo, quien recorta el presupuesto al campo, quien aumenta impuestos, quien vende el país a los capitalistas, quien sume a nuestro país en la mas amarga pobreza es el mismo: FECAL, vasallo del capitalismo mexicano y el imperialismo yanqui.
Organización y mas organización
Algo de lo que careció el movimiento contra el fraude electoral fue precisamente de una organización amplia que aglutinara y representara a los sectores en lucha, la Convención Nacional Democrática fue solo un membrete, no se construyó en las colonias. La brigadas en defensa del petróleo tampoco fueron masivas y no se orientaron a un trabajo barrial. La CND y las brigadas no tenían posibilidad de discutir sus planes, eran simples ejecutores de las decisiones de AMLO y su equipo.
Ahora estamos observando como se están creando comités de apoyo a los electricistas, como se han realizado asambleas generales en el SME, pero también asambleas regionales y sectoriales, donde la discusión se da de forma democrática y entre los actores en lucha. Si bien es cierto debemos avanzar hacia una gran asamblea representativa con delegados electos en sus centros de trabajo y asambleas regionales, se han dado pasos adelante. Ahora la tarea es en los espacios locales seguir difundiendo la situación y lograr asambleas que elijan a sus representantes.
El movimiento estudiantil.
Los estudiantes han pasado revista y se han puesto a la orden de los trabajadores, le han impreso una dinámica fresca y de fuerza al movimiento, en bloqueos de avenidas, en mítines y volanteos difundiendo lo que pasa con el Sme y el país en su conjunto.
El papel del movimiento estudiantil es precisamente ser un apoyo al movimiento obrero, impulsar propuestas, tener iniciativas, desarrollar la organización donde no exista, donde los trabajadores no puedan penetrar. A la par de esto el movimiento estudiantil debe crear cuadros políticos para extender el movimiento fuera de las aulas, ir a las colonias y barrios a organizar al pueblo.
En el IPN el movimiento esta creciendo, aunque debemos decir que no con el ritmo que la situación exige. Estamos ante una posibilidad que no se ha visto en décadas, el movimiento obrero estudiantil y popular puede poner en jaque al Estado, es mas, puede derribarlo. Pero para que esto suceda debe impulsarse la unidad.
Los activistas y la unidad.
La unidad es una necesidad del movimiento, y los estudiantes que participan por primera vez se dan cuenta inmediatamente. Desgraciadamente los activistas en el IPN no han podido o querido ponerse de acuerdo. Vemos como las diferencias entre grupos de trabajadores y estudiantes se ahondan artificialmente, vemos como protegen sus contingentes en las marchas para evitar se rocen con otros grupos. Actitudes que nada tienen que ver con un desarrollo sano del movimiento y que promueven la división, división que solo beneficia a las autoridades del IPN y al gobierno federal.
Esta coyuntura exige madurez política, ya basta de estar haciendo señalamientos sin fundamento, acusaciones gratuitas, comentarios de pasillo. Hay diferencias, es cierto, pero la mejor forma de resolverlas es en el debate y la acción. No hay porque temer a una gran asamblea politécnica, en ese espacio entre todos definiremos la política a seguir, las acciones a realizar y finalmente estas serán las que mejor representen los intereses del movimiento y el momento actual, sin importar quien las proponga. La acción es la mejor prueba de la corrección de las ideas.
El no lograr la unidad, el dejarse llevar por las pasiones individuales, las acusaciones y recriminaciones solo abonaran el camino de la reacción, solo benefician al capitalismo. Ellos nos quieren divididos, ellos nos quieren ver discutiendo por quien será “orador”, por quien se lleva los reflectores. El movimiento es mas que cinco minutos de fama, es mas que una tribuna, es mas que los deseos de grupúsculos. Es la hora de la transformación, de poner las cosas en el orden que deberían tener, es la hora de los trabajadores y los oprimidos. ¿los estudiantes del IPN estarán a la altura? Estoy seguro que si, solo a condición de aprender de los errores del pasado y aplicar una política marxista y revolucionaria.